Y así fue como llegamos al presente, lo que comenzó siendo un día muy tranquilo y divertido, se convirtió en uno muy triste y aterrador.
< ¿A qué te refieres con eso?>, le dije en mi cabeza,
< ¿Por qué deberíamos de ir al otro mundo?>, pregunte incrédulamente,
Akio seguía acostada sobre mi regazo, pero, ya estaba dormida con los ojos llenos de lágrimas.
Cargué a Akio en mis brazos como a una princesa al igual que Another lo hizo, y me puse en marcha a la casa destrozada.
La lluvia resonó fuertemente por las calles mientras me dirigía hacia la casa, cuando me tope con 5 tipos desagradables.
"¿Oye señorita, que hace caminando por este lugar a estas altas horas, con esta lluvia, vestida de esa forma y con esa chica en sus manos?", dijo uno de ellos gordo y alto, ciertamente era horrible.
"Nosotros podemos ayudarle con esa chica de allí si sabe a lo que me refiero, je, je, je", dijo alguien a la derecha del gordo, y todos se rieron un poco.
"¿Qué dijiste maldita escoria enferma?", le dije sin vacilar, corrí hacia el rápidamente, di una vuelta sobre mi misma y le di una patada con la pierna izquierda directo en su rostro, me gire y patee las piernas del que estaba a su lado obligándolo a caer, me planté en el suelo y patee el estomago del que estaba detrás de mí, los otros dos sacaron 1 pistola y un cuchillo, el de la pistola apretó el gatillo diciendo, "Maldita perra", y el otro arrojó su cuchillo directo a mí.
"¿Pero qué demonios pasó?" dijo el que me disparó, mientras que el que me lanzó el cuchillo se quedo con la boca abierta.
Aproveche la confusión para acercarme lo más que pude a ellos, no a la velocidad que Another lo había hecho, aún me falta para alcanzar eso, al que tenía la pistola le plante un puñetazo directo en su cara y salió disparado hacia atrás, soltando su pistola, al que tenía el cuchillo le di una patada justo después de lanzar el puñetazo, procedí a patear a todos y cada uno de ellos en sus estómagos para dejarlos inconscientes.
Me volví hacia Akio y vi que alguien estaba junto a ella, intentaba llevársela el muy imbécil, desenfundé mi arma y le disparé en el brazo izquierdo, me acerqué a el por la espalda seguido de disparar, le tapé la boca y lo tiré al suelo aturdiendo lo por la caída y dejándolo inconsciente.
"Idiota, pudiste despertar a Akio", dije en voz alta mirándolo como si fuera basura,
Tomé a Akio una vez más cargándola como a una princesa delicadamente, la mire por un momento, hasta ahora me doy cuenta de que ella es muy hermosa y su piel es muy delicada y blanca, mire al frente y volví a dirigirme a la casa.
Definitivamente, voy a proteger a Akio, aun que me cueste la vida.