Año 2123, 15 de Agosto.
No se si alguien en el futuro o si incluso hay un futuro para nosotros pero aun así escribiré esto, no sé si lo encontraran o si se perderá con el tiempo o lo tomen como las divagaciones de un loco.
Pero les contaré cómo la magia, bestias divinas y Dioses descendieron sobre la tierra.
Ya ha pasado más de un siglo desde que los Dioses de diferentes mitologías descendieron al mundo, los seres a los que creíamos falsos, a los que adoraban, a los que rezaban no estaban satisfechos con nosotros, cuando la humanidad fue avanzando ellos retrocedieron con menor adoración menos poder, a tal punto que ellos se encerraron en sus panteones para evitar desaparecer en la nada, y así ellos vivieron solo viendo a la humanidad progresar sin poder interferir, pero no estaban satisfechos con esto.
Los ataques no tardaron en comenzar esos monstruos al aterrizar en la tierra comenzaron a destruir lo que habría a su paso el ejército se desplegó pero fue en vano ninguna arma normal les hizo daño, los humanos estábamos indefensos así que solo pudimos rezar…rezar por el perdón a cualquier Dios en el que se creyera.
Fue un error.
Ellos gobernaron al mundo en su tiempo, ¿que los detenía de hacerlo ahora? Así los distintos panteones se fusionaron y entre ellos investigaron una manera de recuperar su poder perdido sin depender de la adoración y fe humana, pasaron los siglos mientras los humanos avanzaban ellos retroceden con el paso del tiempo iban perdiendo más y más de sus poderes y divinidades y ellos sabían que si no hacía algo tarde o temprano morirán y después de varios siglos trabajando sin descanso lo consiguieron.
Dejando de lado sus diferencias todos los panteones se unieron y formaron uno solo ellos comenzaron a trabajar en una solución y mil años después lo hallarían
Un núcleo Divino, como decía el nombre era un núcleo absorbía la energía alrededor haciendo más poderosos a los Dioses que los portaban, haciendo que con este método puedan llegar de nuevo a su antiguo pico, y cuando descendieron al mundo sembrando terror a su paso.
Yo fui uno de los pocos sobrevivientes, habiendo perdido a mi familia, padres, hermanos, esposa e hijos. La ciudad en la que estaba fue una de las primera en presenciar el descenso de estos seres, cuando unos gigantescos seres portales se abrieron y de estos los Dioses y sus ejércitos cayeron al mundo, se desató el infierno, los humanos rezaron por su perdón pero esto no les importo, en la primera semana más del 90% de la vida se había extinguido, los humanos obviamente no se quedaron con los brazos cruzados, los gobiernos del mundo se unieron para intentar enfrentar a esta amenaza pero resultó inútil debido a algo que tomamos en cuenta.
Magia.
Los humanos modernos no tenían la capacidad de manipularla como los humanos de la era de los Dioses, que ellos al convivir con los Dioses en su tiempo su cuerpo se adaptó, es más cuando los Dioses descendieron la mayoría de los humanos murieron debido a que no soportaron la magia que comenzó a invadir su cuerpo.
Yo fui uno de los pocos que su cuerpo se adaptó a la magia, mi familia lamentablemente no fue de los afortunados, aún recuerdo su cuerpo sin vida en el suelo, como explotaron.
Pero no podía manipular la magia en mi cuerpo, fue así con los humanos sobrevivientes por eso no tuvimos oportunidad contra seres que la única forma de dañarlos era con magia.
No tengo que decir que la justicia y la igualdad se extinguió, ahí era cada uno por su cuenta, la matanza, violaciones, robos, etc. Todo eso era común, demostrando así la verdadera naturaleza del ser humano, pero algunos se unieron a grupos para tener una mejor oportunidad de sobrevivir.
Ese sería un resumen de lo que sucedió en ese entonces.
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Recostado sobre el cadáver del que una vez fue un gigantesco lobo, deje salir un suspiro mientras veía mi pésimo estado, había perdido uno de mis brazos, mis piernas estaban desaparecidas junto a una horrible herida en el vientre, también habiendo perdido uno de mis ojos.
Pero a pesar de esto una suave sonrisa adornaba mi rostro mientras veía la antigua magnífica ciudad de Asgard en caos, y en el medio de esta ciudad se podía ver un gigante pero hecho de fuego, Surtr, el rey de los gigantes de fuego.
Podía sentir el calor abrasador desde mi distancia cauterizando las heridas pero haciendo que más sangre salga del lobo haciendo que me bañe en esta.
Thum….
Podía sentí como todo comenzaba a temblar, dirigiendo mi mirada vi como Yggdrasil comenzaba a romperse poco a poco, y con eso sentí como si mi cuerpo fuera desgarrado de adentro hacia afuera.
-"cough…"-. Tosiendo una bocanada de sangre, maldije internamente a Surtr por tardar tanto en su extraño sentido de excitación al poder cumplir con su propósito de destruir Asgard.
-"¡ASGARD YO SOY TU FINAL!"-. Y con ese último grito elevó su espada haciendo que ésta comience a brillar como si el sol hubiera descendido, clavándola en el suelo vi como todo alrededor era consumido por el fuego, un fuego tan potente que podía matar a los Dioses, quemándolos y destruyendo tanto su alma como su esencia divina.
Sonriendo cerré los ojos mientras sentía como me consumía poco a poco, hasta desaparecer de la existencia.
Esta era la historia de Aulfric, un simple asalariado que perdió a su familia por culpa de los Dioses que luego se convirtió en un famoso asesino de Dioses, para su despedida final destruir todos los nueve mundos de la mitología nórdica.