El ambiente en la Academia Imperial se tornó más serio y tenso a medida que se acercaba la fecha establecida por los Ellyrians. Los estudiantes y profesores estaban inquietos, temerosos de lo que vendría. Sin embargo, no había pánico. Había una figura que se mantenía fuerte y tranquila en medio de la incertidumbre: Johnathan.
Johnathan comenzó a guiar a los estudiantes y profesores a través de intensos entrenamientos y a preparar la escuela para el próximo asalto. Las rutinas diarias de lecciones y estudios se vieron reemplazadas por sesiones de entrenamiento en la manipulación de Qi y Mana, prácticas de defensa personal, y la creación y reparación de barreras mágicas. Las aulas se convirtieron en campos de entrenamiento y las áreas abiertas en campos de batalla simulados.
En paralelo, Johnathan trabajó con Sindi y algunos de los profesores más hábiles para implementar el hechizo defensivo alrededor de la academia. Este hechizo no sólo requería una gran cantidad de poder mágico, sino que también necesitaba ser estable y resistente. Necesitaba soportar el poder de un Dios de dos estrellas. Johnathan, con su extraordinario control sobre el Qi y el Mana, demostró una vez más su excepcional habilidad, llevando la mayoría de la carga y manteniendo la formación del hechizo estable.
Frederick, observaba en secreto los preparativos. Aunque estaba resentido y aún sentía la humillación de su derrota, también entendía que este no era el momento de guardar rencor. Con un gruñido, se unió a los demás en sus entrenamientos, resuelto a fortalecerse y a estar listo para lo que vendría.
A medida que el final del mes se acercaba, la academia estaba lista. Los estudiantes y profesores se habían esforzado en sus entrenamientos, la barrera defensiva estaba en su lugar, y Johnathan, la esperanza de todos, estaba en el centro, su mirada determinada y confiada mirando hacia el futuro incierto.
Mientras tanto, en la lejanía, las siluetas de los guerreros Ellyrians comenzaban a materializarse, su intención de guerra desbordante en el aire. La batalla estaba a punto de comenzar.