Habían transcurrido tres años desde el nacimiento de Jonathan, y ya era momento de que comenzara su educación, pues cuando cumpliera los seis años, tendría que asistir a una academia de magia, al igual que todos los demás. Aunque inscribirse en una academia no era imposible, no sucedía lo mismo para los nobles y la realeza, quienes debían destacarse en los exámenes de ingreso para ganarse un nombre propio.
Así comenzó el odio de Jonathan por el estudio. A pesar de ser muy creativo, odiaba todo lo que implicara perder parte de su vida memorizando, aprendiendo y practicando. A pesar de su corta edad de tres años, ya sabía de sobra que la vida no era eterna y que debía disfrutarla al máximo. Así que comenzó a planificar sin conocer la teoría mágica ni haberla practicado antes. Decidió crear un hechizo capaz de memorizar, analizar y comprender cualquier cosa que viera. Aunque no era un hechizo perfecto, era más que suficiente. Su estrategia era simple: si podía acelerar la velocidad de su pensamiento, podría aprender más rápido. Y así lo hizo.
Jonathan creó un hechizo que le ayudara a memorizar de forma más o menos eficaz pero disfuncional. Resulta que el cerebro tiene un límite de información que puede almacenar, y Jonathan no era la excepción. Como primer tipo de magia que decidió aprender, eligió la magia de almacenamiento Item Box, que le permitía tener un espacio mágico en el cual almacenar cosas. Pero su idea iba más allá. Quería crear un Item Box que funcionara como un cerebro exterior, un conjunto de neuronas fusionadas directamente con Jonathan, funcionando como una base de datos moderna. Aunque este espacio también tenía un límite, a pesar de que Jonathan lo llenara constantemente de información, este nunca se llenaba por completo. Esto se debía a que las neuronas mágicas que había creado para almacenar información en ellas no eran más grandes que una canica, sin importar si metía un libro entero dentro de ellas.
Con esto, Jonathan solo tenía que ojear los libros de la biblioteca real para leer toda la información almacenada en ellos. Todos los días hojeaba 20 libros, y al final de un mes ya había leído toda la biblioteca. Toda la información que adquirió en ese lugar equivalía a la información de un Gran Maestro de nivel oro. Básicamente, de joven, Jonathan se había vuelto lo equivalente a un maestro en la escuela a la que iba a asistir. Así que rápidamente se dirigió al campo de entrenamiento, con la meta de dominar la magia que había aprendido.
Sin embargo, al llegar al campo de entrenamiento, vio al General Di y a su subordinado Yor entrenando. Observó cómo sus espadas estaban cubiertas por una especie de aura, cada una con un color diferente. Se movían a velocidades que Jonathan no podía percibir con su mirada, así que decidió utilizar su habilidad de aprendizaje. Notó la agresividad con la que chocaban sus espadas, a pesar de que solo era una práctica, y se interesó en aprender. Cuando el general y su subordinado se percataron de la presencia del príncipe en el área de entrenamiento, se acercaron rápidamente y le preguntaron el motivo de su repentina visita.
Jonathan, sin perder tiempo, les mostró su deseo de aprender esgrima al general. Este le comentó que no debería haber ningún problema, y le dieron una espada de madera para que pudiera entrenar. A lo largo del tiempo, Jonathan fue conectando los libros que había estudiado con su entrenamiento. Recordó que existen múltiples rangos y ramas de la magia.
La esgrima, que utiliza el Qi como uno de los fundamentos más esenciales para el poder físico en cuanto a magia se refiere.
La hechicería, que utiliza el mana como fuente de poder.
La invocación, que utiliza ambos como medio de control y poder para invocar bestias mágicas capturadas.
Los Grandes Maestros, que utilizan la información y no necesitan realmente una fuente de poder, sino comprensión.
Cada una de estas se divide en estrellas, y se calculan en puntos. Cada estrella equivale a 100 puntos en cada categoría. Para ser un mago de nivel superior, se deben tener las seis estrellas en todos los niveles.
Los niveles mágicos van desde mortal, bronce, plata, oro, platino, diamante, adamantita, semidiós, dios y trascendental.
Jonathan se encontraba en el nivel mortal de una estrella en todas las ramas, a pesar de tener en su mente la información de un Gran Maestro de nivel oro de cinco estrellas.