Jessica sentía que la tenía sobre la pared. La gente moría constantemente y todo por ella. Originalmente, cuando había aceptado el plan, el principal factor que la había convencido era que nadie más saldría herido.
Sin embargo, aquí, la gente estaba siendo herida justo frente a ella, así que decidió que necesitaba actuar. Ambas dagas estaban presionadas contra su cuello, mientras ella se paraba frente a Andy.
—Jessica... —dijo Andy, todavía luchando de rodillas. La herida que le habían infligido ya no estaba, pero podía sentir la extraña sustancia que había en su cuerpo.
Afortunadamente, debido a lo que era, Andy pudo sentir que su cuerpo luchaba contra la sustancia. Solo sería un poco más de tiempo hasta que pudiera pelear con todas sus fuerzas.
'Me agarraron desprevenido, pero aún puedo hacer cosas para ayudarte', pensó Andy. 'Si puedes ganar algo de tiempo, hasta que mi cuerpo sane.'