Sera tuvo que hacer una segunda mirada cuando miró detrás de él, y luego a Chris y Peter de nuevo, porque no podía creer la audacia de estos alienígenas. En primer lugar, él no quería unirse a esta guerra, y luego, cuando se convenció de unirse y ayudar al bando perdedor, lo habían abandonado así como así.
—Y ahora mira la situación en la que te has metido —Sera dijo para sí mismo, sacudiendo la cabeza.
Desde el rabillo del ojo, pudo ver a Peter saltando en el aire. Parecía que estaba yendo tras ellos.
—Bueno, si vas a hacer algo, entonces podrías hacerlo bien —Sera suspiró mientras extendía su mano, y uno de los anillos debajo de los guantes que llevaba empezó a iluminarse.
Apareció una ballesta en sus manos. Al jalar el gatillo, salieron varias flechas, y cada una de ellas estaba cubierta de llamas. Una flecha fue disparada justo delante de Peter. Si continuaba moviéndose, se encontraría con las llamas.