Las palabras que habían salido de la boca de Sable, o más correctamente de la boca de Zero, hicieron que Óscar negara con la cabeza. Realmente iba a escuchar al hombre frente a él, hacer todo lo posible para consolarlo, pero esas palabras eran una amenaza directa, y por eso la gente a su lado levantó sus armas apuntándolas ahora hacia Zero.
—¡Espera! —Óscar levantó la mano—. Bajen sus armas. Hay muchos que vienen aquí, enojados, tristes y con dolor. No debemos simplemente ignorarlo.
Al ver el arma cortada y cómo la persona fue capaz de tomar como rehén a uno de los hombres, Óscar supuso que ese hombre era un luchador talentoso. Probablemente alguien que había participado en la guerra y había sobrevivido como él.
Claro, había muchas personas que amenazaban con matar al Comandante Supremo, pero no muchos tenían la fuerza para hacerlo, y esta persona probablemente tenía la fuerza.
—¿Por qué el rencor, por qué quieres matar al comandante? —preguntó Óscar—.
