Todos se levantaron de sus asientos, y sus bocas se quedaron abiertas de par en par. Las chicas, en particular, parecían tener las mejillas rojas como tomates, incapaces de dejar salir las palabras de sus bocas.
—Ella... definitivamente es atrevida—. pensó Hannah. —Haciendo esa declaración frente a todos—.
—¿Esto significa que ahora Minny tendrá un hermanito y una hermanita, ahora que los dos se besaron?— preguntó Minny, un poco emocionada.
—Eh, ¿qué? No es así como se hacen los bebés— respondió Peter, burlándose de la niña. —¿Eres tonta? Los bebés se hacen cuando un hombre y una mujer—
Peter sintió una mano en su hombro.
—Por favor, no digas nada más; ella es sólo una niña—, susurró Mitchell, queriendo proteger a la inocente niña, que comenzó a sollozar.
—¡Minny no es tonta!— Minny comenzó a llorar en voz alta.
