Después de que cada uno de ellos agarró algo de comer, decidieron sentarse juntos para hablar un poco más. Erin en realidad no tenía que consumir sangre y podía comer una dieta regular similar a los humanos; esto era lo mismo para Layla. Sin embargo, Leo simplemente tomó una de las cajas de jugo con una pequeña cantidad de sangre adentro.
Beber tal cantidad de sangre ya no le causaba problemas al intentar controlarse puesto que estaba muy en sintonía con sus sentidos, pero si un vampiro se privara de sangre por completo durante demasiado tiempo, se sentirían cansados y un poco débiles.
En cuanto a la razón por la que Leo decidió sentarse junto a ellos, fue porque quería averiguar un poco más sobre la espada. Estaba seguro de que Layla no sabía cuán única era y se lo comentaría una vez que supiera más.