El Arma de nivel Demonio era especial en más de un sentido. No solo por el rango del arma en sí, sino también por la historia que llevaba consigo.
Como el primer Arma de nivel Demonio que los humanos habían poseído y la que perteneció al comandante supremo.
De alguna manera, todos en la habitación tenían motivos para que el arma les perteneciera legítimamente. Fue en ese momento, mientras todos tenían los ojos pegados al arma, que Ruby se levantó.
—A cambio de salvar a aquellos en el Refugio y darles un lugar seguro donde vivir, he aceptado devolver este arma. Si puede ayudarme a recuperar a mi hija y a salvarnos de esta guerra con los Dalki y muchas vidas, entonces lo acepto. —dijo Ruby, sentándose de nuevo.