El legendario perro de tres cabezas era bien conocido como un familiar entre los líderes y los vampiros que observaban desde la multitud. Hubo una gran celebración en todo el asentamiento cuando Bryce logró finalmente convertirlo en suyo. Sin embargo, por alguna razón, una criatura tan fuerte y legendaria ahora se inclinaba ante otra.
Esto enfureció mucho a Bryce. La vena en su frente estaba hinchada y parecía que iba a reventar en cualquier momento.
—¡Apártate! —Bryce gritó mientras golpeaba a Lee entre su cuello y hombro. Lee en este punto estaba completamente agotado, pero aún logró hacer su propio hilo rojo justo a tiempo para bloquear el ataque. Sin embargo, esta vez fue inútil, ya que la espada tenía una nueva fuerza que no tenía antes y la hoja cortó a través. La espada se clavó profundamente en él, y unos segundos después había caído al suelo.
Aunque no estaba muerto, no iba a levantarse.
—¡Debo hacer todo yo mismo! —Bryce dijo mientras se bajaba de la plataforma.
