Finalmente, llegó el primer día de verano. El período escolar había terminado y era la única vez que los estudiantes podían salir de la base militar si querían. Todos los estudiantes que habían planeado salir se encontrarían en el campo de segundo año. En él, se colocaría un gran teletransportador que los llevaría a todos a la misma estación terrestre.
Desde allí, los estudiantes encontrarían su propio camino hacia donde tenían que ir. Sin embargo, Quinn tenía otros planes y, a diferencia de los otros estudiantes que estaban empacando y preparándose para irse, Quinn esperaba pacientemente en su habitación a que la mayoría de los estudiantes se fueran. Ya era mediodía y había decidido que tomaría un buen descanso largo antes de salir.
Finalmente, cuando se despertó, notó que Vorden ya no estaba en su cama a su lado. La mayoría de los estudiantes estaban bastante emocionados de que finalmente podrían ir a casa y habían empacado de antemano, listos para regresar en cualquier momento.
