Una rara expresión se vio en el rostro de un estudiante hoy, uno que rara vez mostraba sus emociones, pero estaba emocionado. ¿Por qué? Porque al fin había completado el esperado proyecto en el que había estado trabajando durante todo el año.
Logan se sentó en su silla, mirando la pantalla verde. Se mostraba una secuencia de nueve dígitos, lo que significaba que finalmente había descifrado el código.
Si quisiera, en este momento podría abrir el cuadrado extrañamente formado del teletransportador, ingresar el código y lo llevaría al destino del otro lado.
—Así que esto fue creado por Richard Eno, ¿eh? Me pregunto a dónde llevas— pensó Logan.