—¿Qué estoy haciendo?— pensó Quinn en su cabeza mientras miraba al estudiante frente a él. Los sonidos en su cabeza que le decían que se defendiera se hacían más fuertes a lo largo del día.
Le tomó un día entero descubrir qué era la voz después de darse cuenta de que era su conciencia. Eran sus verdaderos sentimientos acerca de lo que quería hacer. Quinn no quería dejar simplemente que Peter se pudriera en el sótano; quería luchar y recuperarlo.
No sabía cuánto sus decisiones eran influenciadas por sus extraños poderes de vampiro, podría haber sido la conexión entre ellos dos. O si era su propia decisión. Al final, sintió que era un poco de ambos.
No había abandonado a Peter como le había dicho a los demás; planeaba recuperarlo.
Para poder luchar, había algo importante que Quinn necesitaba hacer, lo que era hacerse más fuerte. Afortunadamente para Quinn, había una forma rápida de lograrlo. Consumir la mayor cantidad posible de diferentes tipos de sangre humana.