—La última oportunidad. —Estas palabras habían captado la atención de todos, incluso Peter se había vuelto para mirar a Mundus. —¿Qué estaba tramando? ¿Por qué diría algo así en una sala llena de gente desesperada?
—Estas palabras tenían mucho peso porque significaba que el Mensajero debía tener alguna manera de salvar a Quinn.
—¿Qué estás diciendo, puedes traer a los muertos de vuelta? —preguntó Hikel. —¿Vas a usar algún tipo de poder como el de Inmortui, o es algo completamente diferente?
—Mundus no respondió y en cambio caminó de vuelta hacia donde estaban los demás. Luego miró a Quinn, cuyo cuerpo estaba en el suelo, y lo observó intensamente en cada parte de él.
—Peter bloqueó su camino; no confiaba en Mundus y no quería que se acercara más.
—¿Sabes cómo Quinn y yo llegamos a conocernos tan bien? —preguntó Mundus, sin esperar respuesta. —Es porque Quinn trabaja para nosotros, trabaja como un agente para los Celestiales, para los dioses.