—¿Vorden? —preguntó Peter, al terminar su transformación. Esta vez, cuando la Energía Celestial salió de su cuerpo, Peter sintió que volvía a la normalidad y, a diferencia de unos momentos atrás, no se sentía cansado. Esto parecía ser un beneficio; aunque estar en Modo Celestial podría haberlo agotado, no parecía afectar a su yo normal, que seguía siendo bastante fuerte.
Acercándose a la persona frente a él, Peter lo observó de arriba abajo por un breve momento antes de lanzar un puñetazo desde su lado derecho, apuntando directamente a la cabeza de Vorden. Aunque este último intentó endurecer su piel, fue un poco tarde. Fue golpeado hacia la distancia, golpeando el suelo un par de veces.
—¿Por qué hiciste eso?! —gritó Lucia.— ¡Esa persona nos salvó! Dijo que sabía quién eras.
