Cada vez que Lith cometía un error, el Rezar acumulaba las burbujas de aire perdidas alrededor de la boca y la nariz de Lith, formando un cojín que le ayudaba a recuperar el aliento y detener su ataque de tos.
—Maldita sea, moverse a través de la tierra es mucho más difícil que nadar bajo el agua como me enseñaron los tritones. Pensó Lith. —Moverse funciona casi igual, pero respirar es un asunto completamente diferente.
—Los tritones tienen branquias que les permiten extraer oxígeno del agua y me podían pasar tanto aire como necesitaba simplemente respirando más profundo de lo habitual. Bajo tierra no hay aire, en cambio, y Nalrond tiene que mantener una zona de baja presión para extraer oxígeno de arriba y luego dividirlo entre nosotros.
—Somos como dos buzos con un solo tanque de oxígeno, así que no podemos desperdiciar ninguno. En su forma Rezar, Nalrond puede contener la respiración durante un buen rato, pero también necesita respirar como yo.
