Toda la situación había sido ideada por la Dama Ernas para poner sus manos en los legados mágicos de sus futuros yernos. Como señaló Morok, a pesar de ser tan antigua como la casa Myrok, la Casa Ernas no tenía registros sobre la verdadera Magia Espiritual.
El descubrimiento del laboratorio secreto de Glemos fue una ventaja inesperada, pero incluso si no salía nada de él, Jirni planeaba poner sus manos en todo lo que Morok había aprendido durante su vida y bajo la tutela de Ajatar.
En cuanto a Nalrond, hacía mucho tiempo que sabía que era un Maestro de Luz cuya disciplina era difícil de encontrar incluso entre los Despertados. Hacía que el Rezar fuera aún más valioso que el Tirano, ya que el Dominio de la Luz era algo que Orion podría practicar incluso si Vastor no encontraba una manera de Despertarlo.
—Escuché gritos. ¿Está todo bien? —Tulion Ernas entró por la puerta acompañado de un escuadrón de guardias armados y una bestia feral a su lado.
