—Espera. ¿Por qué Lith pidió a Quylla en lugar de ti? Él sabe que con Manohar fuera tú eres el mejor sanador en el Reino, sin lugar a dudas.
—Lo soy, pero también me está prohibido entrar en el Desierto de Sangre. —Vastor asintió—. Así que o Lith lo hizo para protegerme, o para mantenerme alejado. Ambos tenemos nuestros secretos y si él no quiere compartir, no voy a indagar.
—¿Y por qué se te prohíbe ir al Desierto? ¿Es por algo que hiciste como Altomaestro? —Zinya lo miró directamente a los ojos, esperando la verdad pero lista para tragar una mentira.
Ahora que la Guerra de los Grifos había terminado, Vastor se había quedado sin excusas para negarse a visitar a Lith y Kamila en el Desierto. Sabía que tratar a Zinya como una tonta sólo haría disminuir su confianza, así que decidió contarle la verdad.
O al menos, una parte aceptable de ella.