—¡Ahora eres mía! —La cimitarra maldita dijo mientras atrapaba el brazo derecho de Tista dentro de su herida regeneradora apuntando a sus alas.
Tista gritó de miedo, su trauma la hizo entrar en pánico, perdiendo todos los hechizos que había preparado al ver descender la hoja en un arco.
—¡Reacciona! —Solus gritó mientras a la Furia salía del anillo de piedra e interceptaba a Windfell antes de que fuera demasiado tarde.
Davross chocó contra Davross en una lluvia de chispas, sus encantamientos rugiendo uno contra el otro. El impacto con la Furia causó dolor a Windfell, pero nada se comparó con la humillación de ver las runas modernas grabadas en la superficie de la Furia.
—Voy a disfrutar esto mucho más de lo que se supone que debería, traidor. —La hoja curva se movió demasiado rápido para que Tista la siguiera y habría amputado ambas alas si Solus no hubiera tomado su forma física.
