—Eso es porque la causa principal de nuestros hechizos es nuestra propia mana y no nos hace daño. Los efectos, en cambio, se producen cuando los hechizos interactúan con la energía del mundo externo. Son como las ondas producidas por una piedra lanzada a un lago.—
—Tenemos control sobre la distancia que recorre la piedra y la fuerza con la que cae, pero no sobre las ondas que se originan a partir del impacto. Permítanme darles otro ejemplo.—
Lith levantó su mano derecha, produciendo tanto calor que pronto todos tuvieron problemas para respirar, él incluido. Lo mismo sucedió cuando causó una ola de escarcha que hizo que sus dientes castañetearan.
—¿Ven? En ambos casos, mi cuerpo no se ve afectado por el cambio de temperatura que producen la magia de fuego y agua, pero lo mismo no se aplica al efecto que causan en el entorno que me rodea. ¿Alguna pregunta?— Preguntó.