—Gracias a las minas en Jiera, tendremos acceso a un flujo constante de recursos que se utilizarán para fabricar Tabletas y trenes aquí en Garlen. Solo una vez que las necesidades del Reino estén satisfechas utilizaremos las minas locales para impulsar nuestra expansión. ¿Alguna objeción? —preguntó El Rey.
Aquellos en la sala negaron unánimemente con sus cabezas.
—¿Alguna pregunta más antes de que cierre esta sesión? —Esta vez el Director Marth levantó la mano y Morn asintió para que hablara.
—Solo una, Su Majestad. Creo que hablo en nombre de todos mis estimados colegas cuando digo que, a pesar del excelente trabajo que Magus Verhen hizo escribiendo los libros de texto de la Magia del Vacío, no hemos logrado entender sus fundamentos.
El Duque Marth conjuró una esfera de luz, el elemento que había utilizado innumerables veces y durante incontables horas en su profesión como Sanador. Mientras entrecerraba los ojos enfocándose, apareció un punto negro en la esfera.