—Suena como un insulto para mí.—Lith murmuró bajo su aliento.
—Es fácil decirme que sea paciente, Rena.—Tista respondió.—Los Despertados sanan por sí mismos en horas, incluso de heridas incapacitantes. Incluso un falso mago ya habría regenerado una pierna entera con un hechizo. ¿Cómo puede tomar tanto tiempo unos cuantos plumas?
—No lo sé.—Rena movió la cabeza.—Pero también sé que preocuparte tanto no te hará ningún bien.
—No son solo las plumas.—Tista plegó sus alas en su espalda, incapaz de mirarlas por más tiempo.—Siento que algo precioso me ha sido arrebatado. Como si me faltara una parte de mi alma y el dolor fantasma me estuviera volviendo loco.
—¿Cómo trataste tus heridas en las alas, hermanito?
—Nunca sufrí lesiones en mis alas emplumadas.—Lith respondió.—En mi forma de Cría de Dragón, solo tenía alas membranosas. Las plumas aparecieron en el núcleo violeta profundo pero para entonces ya medía 20 metros (66 ') de altura y pesaba toneladas.