—Intentaste matar a mi hijo en el pasado y estoy bastante segura de que has ayudado a Night en cierto grado— Dijo Elina.
—Agradezco lo que hiciste para ayudar a mis hijos durante la guerra y por lo que estás haciendo ahora por Solus, pero eso no significa que lo haya olvidado ni que confíe en ti. Sea cual sea tu objetivo, te advierto. Toca incluso un cabello de la cabeza de mi hija y yo…
—¿Y tú qué?— Dijo Dawn después de que el silencio duró un rato.
Elina buscaba una respuesta pero nada se le ocurría. Cada amenaza le sonaba vacía e infantil incluso a ella, matando su discurso justo en el momento de la entrega.
—No hay nada que puedas hacer.— Dawn le quitó las palabras de la mente. —Eres solo una pequeña mujer sin magia que morirá en unas pocas décadas. Tu existencia será registrada en los libros de historia como una nota al pie, tu único logro haber dado a luz al antepasado de una nueva raza de monstruos asesinos.
