—¿Estás seguro? —Zoreth repitió las mismas objeciones de Lith y más mientras respiraba en la bolsa.
—Sí, estoy seguro. O mejor dicho, estamos seguros. —Lith, Kamila y Solus asintieron.
—¡Sí! Absolutamente sí. Sería un honor para mí. —Zoreth comenzó a sollozar, sus palabras se volvían más y más fragmentadas—. Prometo que no te arrepentirás. No te fallaré. Voy a matarlos a todos.
—¿Matar a quién, querida? —Bytra trató de hacerla razonar.
—A cualquiera que venga cerca del bebé. —El Dragón de Sombra estalló en lágrimas y sus rodillas cedieron.
Bytra necesitó magia de gravedad para evitar que se cayera.
—Eso es un poco demasiado. —Lith aclaró su garganta—. Mi hija va a tener una gran familia y me gustaría que las personas que la aman puedan visitarla libremente sin tener que enfrentarse a la prueba de un Dragón solo para llegar a la puerta.
