Gracias a su destacado talento, Quylla pudo ejecutar el Bucle en la tercera lección. A pesar de que practicó día y noche, Lith necesitó hasta la cuarta, terminando como el décimo en completar el ejercicio.
Al principio, había estado frustrado por su incapacidad para mantenerse al nivel de Quylla. A pesar de sus clases particulares sobre magia dimensional y las largas horas de trabajo duro por la noche, siempre estaba dos o tres pasos detrás de ella.
Pero luego entendió que ser el décimo en más de doscientos estudiantes no era un resultado tan malo, especialmente porque la mayoría de ellos aún tenían un largo camino por recorrer. Además de eso, su percepción de mana estaba mejorando lentamente pero sin pausa.
Fue una experiencia extraña, sentir el flujo de energía con su mente en lugar de sus ojos. Los hechizos dimensionales parecían tener puntos fríos y calientes al mismo tiempo. El secreto para estabilizar un Portal, era infundir magia del agua solo en los puntos calientes.