—No hay tiempo para debilidades. Menadion ha muerto, al igual que todos los demás que conocía. Todas las disculpas del mundo no volverán el tiempo atrás. La original Bytra era un genio tanto como un monstruo, pero ahora me toca a mí cargar con su carga.
—Tengo personas que dependen de mí y una segunda oportunidad en la vida. Esta vez, no defraudaré a todos. Pensó Bytra.
—¡Sabía que lo lograrías! —rugió Zoreth.
Estaba tan feliz que bailaría de alegría si no fuera por los demasiados testigos.
—¿Cómo te sientes y qué hay de la locura?
—Me siento horrible, por dentro y por fuera. En cuanto a la locura, sigue ahí, pero su control sobre mí ha disminuido. No sé si alguna vez estaré completamente libre de ella, pero en este momento, estoy consciente de dos cosas. Primero, ya no soy una amenaza para mis aliados, y segundo, me muero de hambre. —Dijo Bytra.