Después de entrar en su casa, lejos de las miradas indiscretas, Lith hizo uso de sus conocimientos recién adquiridos como sanador.
Utilizó Invigoración para detectar y reparar todos los daños en huesos, músculos e incluso discos intervertebrales acumulados en los cuerpos de sus padres con el tiempo debido a su arduo trabajo en los campos y al envejecimiento.
También utilizó magia de nivel cuatro para prestarles su energía y evitar que se sintieran cansados debido a los efectos secundarios del tratamiento.
—¿Qué demonios? —Raaz flexionó sus extremidades, sintiendo los sutiles cambios que había experimentado su cuerpo.
—Me siento lleno de energías y mis tensiones musculares han desaparecido. ¡Es como si volviera a tener veinte años!
—Me alegra escuchar eso. —Lith respondió, abrazando a su padre—. He aprendido mucho en solo un mes. La academia me ha mostrado lo corto de miras que era. No se puede saber cuánto mejorarán mis habilidades mágicas.