—Exactamente. Ahora nuestro problema es cómo compartir esta información sin revelar la existencia de Solus. He estado aquí por más de dos semanas y no he logrado ningún avance, como todos los demás.
—No puedo atribuirme el mérito del descubrimiento simplemente porque no sabría cómo explicarlo. ¿Y tú? —Kalla preguntó.
—Ya soy demasiado famosa y ni siquiera se supone que debo estar aquí. Pidieron a Quylla, no a mí. Tampoco tengo una excusa plausible ni quiero más fama. Tendremos que guiar al grupo de investigación hasta que tropiecen con el descubrimiento."
Kalla asintió y lo guió de regreso arriba. Reflexionó sobre la revelación, buscando una forma de compartirla o al menos utilizarla para encontrar una cura.
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Cuartel general de Erlik el Draugr Treant, ahora.