—Díganle a esos idiotas que si se mantienen fuera de mi cabello, yo me mantendré fuera del suyo. Si realmente quieren conocerme, lo haremos bajo mis condiciones y solo después de que haya recibido la compensación adecuada por todos los problemas que su incompetencia me ha causado.
Lith la soltó, ya que matarla no tenía sentido. El Concejo siempre podría enviar a alguien más y la mujer no era más que una mensajera. Había dejado claro su punto, cualquier cosa adicional solo enfurecería al poder que la respaldaba.
Alguien capaz de hacer que un Despertado con núcleo azul se moviera a su antojo era una fuerza a tener en cuenta. Era mejor hablar suavemente y dejar que jugaran según sus reglas. Mientras Lith pudiera preparar el campo de batalla con anticipación, estaba seguro de tener la ventaja.