El segundo ocurrió cuando un grupo de Despertados que irrumpieron practicaron magia prohibida, desencadenando la ira de Tyris. En cuanto a las consecuencias de Kulah, estaba más interesada en Solus que en Lith.
Por lo general, aparte de los Guardianes, nadie tenía permitido tener una audiencia con Mogar.
—¿Terminaste de trabajar o necesitas más tiempo? —Lith preguntó después de ver que Kamila todavía tenía un par de carpetas abiertas frente a ella.
—Ya terminé. ¿Por qué llegas tan tarde? —No fue un regaño, sino más bien curiosidad genuina. Lith era meticuloso en muchas cosas y la puntualidad estaba entre ellas.
—Te lo diré en nuestro camino.
—Dame un par de minutos. —Dijo Kamila, caminando hacia el baño más cercano. No necesitaba retocar su maquillaje para el lugar al que se dirigían, simplemente no quería mostrar su armadura de Skinwalker frente a sus colegas.
