—Lo siento, papá, pero no puedo hacerlo. Para ti pueden ser monstruos, pero para mí son personas valiosas que me necesitan. He llegado demasiado lejos como para darles la espalda así. —Xenagrosh suspiró.
—Gracias por tu ayuda, papá. Te prometo que usaré lo que me has enseñado hoy para enorgullecerte. Encontraré la manera de redimir a mi raza ante tus ojos. Espero que la próxima vez que me veas, esté completo de nuevo.
Ella apagó el amuleto de comunicación antes de Teletransportarse a ubicaciones aleatorias para no ser rastreable, sin darse cuenta de que no era necesario. Leegaain lo consideró su regalo de despedida para su hija, ya que la próxima vez que se encontraran estarían destinados a ser enemigos.
—Tengo malas noticias y noticias terribles. ¿Cuál quieres escuchar primero? —Dijo después de activar su enlace mental con sus compañeros Guardianes.
—Las malas noticias. —Tyris respondió.