—¿Dónde estamos? ¿Quién eres? Más importante aún, ¿estoy muerto? ¿Lith también está muerto? —preguntó Solus. Sentía como si estuviera a punto de desmayarse, pero era físicamente incapaz de hacerlo.
—Estás donde ningún ser vivo debería estar. Dentro de mi conciencia. En cuanto a quién soy, usualmente me llaman por muchos nombres. El Padre de Todos, la Gran Madre, pero creo que recientemente Mogar es el más popular. —respondió la cosa de Elina.
—Espera, ¿qué? ¿Por qué estoy aquí? Si no estoy muerto, ¿por qué no tengo ninguno de mis poderes? —Solus solo se estaba confundiendo cada vez más con cada respuesta que recibía.
—Estarías muerto si aún tuvieras tu cuerpo original, pero el que Menadion te otorgó es demasiado fuerte como para que un simple rayo te mate. Sin mencionar que tu fuerza vital está ligada a la del humano.