—¿Qué demonios? ¿Se supone que realmente debemos encargarnos de tantas personas con solo nosotros dos? —Lith no podía creer sus propios ojos. Ya había diez personas y más seguían saliendo de la Puerta dimensional.
—Por supuesto que no. —Morok respondió.
—Cada uno de estos bastardos cortaría con gusto el cuello de su mejor amigo si eso significara obtener más fondos y reconocimiento. Yo estoy aquí para guiarlos hasta el destino y tú estás aquí como medida de contingencia. Para todo lo demás, está el ejército. —Las palabras de Morok le valieron mucha atención.
Principalmente del mal tipo. Lo que había dicho era cierto pero increíblemente grosero. Estaba hablando de estimados Profesores y Académicos Mágicos como si fueran simples rufianes.
Lith reconoció los uniformes del Grifo Negro, Blanco, Relámpago y Fuego, mientras que era la primera vez que veía personas del Grifo de Cristal y Tierra.
—¡Guardabosque Verhen! —Una joven saludó a Lith dándole un gran abrazo.