Unos días antes de que Lith tuviera que partir nuevamente y retomar su deber como el Guardabosques de la región de Kellar, Zinya finalmente reunió el suficiente valor para contarle a Kamila sobre su decisión final.
—Kami, nunca podría agradecerles lo suficiente a ti y a Lith por lo que hicieron por mí. La última semana ha sido el momento más feliz de mi vida. —Dijo.
—Esto es sólo el comienzo, Zin. Todavía hay tantas cosas que aún tenemos que hacer juntas. No estaré en casa a menudo, pero haré lo posible para no hacerte sentir sola. Ya encontré a alguien que te cuide. —Respondió Kamila con una sonrisa.
Los gastos diarios para el cuidador y Zinya harían que sea aún más difícil para ella pagar su deuda, pero no le importaba en absoluto. Kamila había planeado todo y estaba lista para asumir las consecuencias de su decisión.
—Gracias, pero me gustaría quedarme aquí. —Zinya lo soltó de golpe.
—¿Qué? ¿Por qué?
