—De hecho. En cuanto al restaurante, solo te seguí después de escuchar sobre un Guardabosques que hizo añicos a los guardias. Te seguí hasta aquí para sorprenderte y lo logré. Tu cara fue impagable. Por cierto, ¿necesitas ayuda con eso? —Friya señaló su comida.
—Gracias, pero no, gracias. Soy un firme creyente de que se necesitan dos para apreciar verdaderamente un pollo. El pollo y yo. —Respondió mientras alejaba el plato del tenedor de ella.
—¿Siempre el caballero, eh? —Friya frunció el ceño mientras pedía una porción más pequeña de lo que él había tomado.
—Hablando de caballeros, el Conde Cestor llamó diciendo que tu gremio acosó a los ciudadanos de Zantia y que recibiste algún tipo de represalia divina por ello.