Las Llamas de Origen, también conocidas como fuego de dragón o llamas de fénix, eran un tipo peculiar de llamas que solo algunos seres vivos podían emplear. A diferencia del fuego normal, las Llamas de Origen no requerían el gasto de maná para encender la energía del mundo, sino solo una chispa de fuerza vital.
Nacidas de la vida, eran capaces de destruir cualquier cosa, sin importar si eran físicas o mágicas por naturaleza. Eran llamas purificadoras capaces de restaurar el equilibrio natural. Las bestias mágicas las consideraban una manifestación de la voluntad de Mogar para eliminar cualquier error pasado, mientras que sus objetivos simplemente las llamaban "muerte".
El híbrido solo tenía una parte de los recuerdos de Tezka, pero fue suficiente para que él conociera el peligro que representaban. Parpadeó hacia la seguridad mientras usaba un conjuro de agua para extinguir las llamas.