Lith cumplió su palabra y llamó a todos sus amigos antes de volver a la carretera. Algunas de las noticias que recibió eran esperadas, otras no tanto.
—¡Maldición! El cumpleaños de Jirni va a ser un verdadero dolor de cabeza este año. Sólo puedo esperar que una emergencia me dé una excusa decente para no asistir —maldijo Lith.
—Tanto que extrañabas a tus amigos —gruñó Solus. Nunca había estado tan cansada y hubiera preferido seguir durmiendo.
—Van a celebrar su 25º aniversario, deberías haber esperado algo grande para la ocasión. ¿No estás feliz de ver finalmente a Phloria y al resto del grupo otra vez?
—No. Realmente no —Lith negó con la cabeza.
—Si no llevo a mi novia a la fiesta conmigo, Kamila pensará que sigo sintiendo algo por mi ex. Si lo hago, habrá enfrentamiento entre ellas, y aunque rara vez hay violencia, en la Tierra este tipo de cosas nunca eran bonitas —