Decenas de magos y la misma cantidad de hechizos de nivel cinco volaron por la habitación. Mientras ocurría el caos, Lith y los demás fueron trasladados fuera del escondite de Thrud.
—No se preocupen, nosotros nos encargamos de aquí en adelante. —Dijo un viejo mago con largo cabello y barba blancos como la nieve. Lith podía ver a varios Guardianes desactivando las matrices protectoras del puesto avanzado una por una.
Los combatientes no intentaron amontonarse sobre Thrud. Incluso en su estado debilitado, ahora que los Carpenters y sus vórtices prescindibles estaban a su lado, no dudó en hacerlos autodestruirse.
La Mad Queen estaba al tanto de la presencia del géiser de maná y lo utilizó para sobrecargar a sus secuaces con energía mundial causando explosiones que rivalizaban con los hechizos de nivel cinco. No lo había utilizado para alimentar sus matrices porque lo necesitaba para extraer energía para la Locura de Arthan.
