Docenas de sus secuaces habían muerto para darle tiempo, pero había valido la pena. Completó un patrón que selló la magia de la luz en un espacio de diez (33 pies) de radio alrededor del Loco Profesor, convirtiendo sus espadas y escudos en luciérnagas.
—Veamos quién es ahora el que tiene solo un truco. —Dijo con una expresión satisfecha mientras observaba cómo los Carpinteros lo rodeaban.
—Voy a recuperar mi cuerpo. Mátenlo a toda costa. Sobrecarguen sus cuerpos con mana y autodestruyan, si es necesario. —Hessie envió la orden telepática y se alejó de la mazmorra.
Después de recuperar la compostura, se dio cuenta de que no tenía sentido jugar con las reglas de su oponente. Él estaba solo en su casa, lo único que necesitaba para ganar era jugar inteligentemente. La habilidad y la preparación podrían matar incluso al genio más fuerte.