Lith no podía perdonar a Xolver por jugar con él dos veces. La idea de convertirse en el próximo Sanador Real si algo le sucedía a Manohar también era un fuerte motivador. Valoraba su libertad tanto como el loco profesor.
Lith sacó su amuleto de comunicación y presionó la runa de Kalla. El holograma del Wight apareció al instante.
—Hola, Azote.
—¿Cuántas veces tengo que decirte que uses mi nombre humano? —Dijo exasperado, temiendo que pudieran surgir más malentendidos.
—De acuerdo. Hola, Sombra de la Muerte. ¿A qué debo esta llamada?
—¡Ese no es mi nombre humano tampoco!
—Yo no estaría tan seguro. —Jirni y Kalla dijeron al unísono.
Ver a un oso no muerto en lugar de una mujer, puso a Jirni y Kamila más cómodas. Tista aún se preguntaba por qué su hermano nunca le había hablado de este amigo en particular.
—¿A qué te refieres con 'yo no estaría tan seguro'? —Preguntó Lith.