Antes de dejar la Asociación de Magos, Lith cobró el dinero que le debían por tratar a las personas heridas durante el último incidente.
—Pobre chico. No me sorprendería si estuviera escribiendo su último testamento ahora mismo. Tus habilidades de actuación son impresionantes. — Solus rió entre dientes.
—Porque gran parte de lo que dije es cierto. No me importa su problema y a menos que me compensen adecuadamente, encontraré una manera de desquitarme con ellos. El momento en que el Comandante me ordenó escuchar en lugar de hacer algo, supe que estaba pasando algo grande.
—Lo que no esperaba era que arrastraran a Tista a este lío para forzar mi mano. Intenté torcerles el brazo para conseguir una gran recompensa, pero terminaron torciéndome el mío. Quienquiera que esté detrás de esto me lo va a deber en grande.— Lith respondió.
—¿No Dorian?