Academia Grifón Blanco. Más de un mes después, una semana antes del primer examen del quinto año.
La vida de Friya Solivar Ernas siempre había sido una montaña rusa emocional. Una trampa a toda velocidad que la mantenía decenas de metros sobre el suelo y que nunca se detendría, sin importar cuánto gritara, llorara o vomitara.
A veces se ralentizaría, pero solo porque se acercaba otra gran caída. Había malgastado su infancia en el imposible intento de ganarse el afecto de su madre.
Después de cumplir los doce años, la habían arrojado a un entorno donde el perro come perro. Todos en la academia querían que fracasara, esperando conseguir su lugar en el ranking. Todos en el hogar Solivar querían que ella muriera.
Sus hermanos y hermanas temían el estatus que alcanzaría al convertirse en la primera maga en la historia del hogar. Si Friya triunfaba, ser el primogénito o la línea de sucesión dejaría de tener sentido.