Desde su primera y única pelea seria con Protector, cuando aún era un niño, Lith había aprendido una lección importante.
Ya fuera enfrentándose a uno de los Reyes del bosque Trawn, una Abominación, un Monstruo Evolucionado o un Valor, siempre se había aferrado a ella, sin permitir que su orgullo lo cegara.
Incluso con un cuerpo mejorado, incluso a pesar de todos los cambios que había experimentado tras los recientes avances, Lith nunca se permitió olvidar que era solo un humano.
Había enemigos cuya furia y salvajismo no podía igualar, sin importar cuánto lo quisiera. En lugar de avanzar a ciegas como su ira exigía, como lo estaba haciendo su oponente, Lith mantenía la mente fría mientras su núcleo de mana ardía con poder.
Tenía que actuar con inteligencia, erosionando la fuerza de su oponente hasta que la situación se invirtiera.