—¿Cómo me veo? —Solus estaba deslumbrante con su vestido de gala azul cielo que resaltaba su piel pálida y cabello castaño claro. Tenía un escote cuadrado y dejaba sus brazos al descubierto, que cubría con guantes de noche.
Se había asegurado de ocultar las siete rayas en su cabello, dejando visible solo los elementos de la creación. Llevaba una parure compuesta de pendientes de oro y un collar con varios pequeños diamantes.
—Te ves genial. —Lith asintió—. Me temo que si la próxima vez no encuentras una cita, comenzarás a competir con Tista por quién tiene más pretendientes.
—Gracias. —Solus le hizo una reverencia perfecta.
El resto de la familia también estaba vestida de gala y muy nerviosa. Era la primera vez que Aran y Leria iban a la Corte Real y sus respectivos padres temían que avergonzaran a la familia.
