—¿Perdona? —Kamila escupió el último sorbo de su té.
—Sabes que nunca he querido dejar tu lado durante el embarazo. Ahora que la guerra ha terminado, puedo quedarme contigo y asegurarme de que estés a salvo —Lith dijo con una cálida y amable sonrisa que le dificultaba decirle que le gustaba tener algo de espacio personal.
—Pronto el embarazo comenzará a mostrarse y alguien debe asegurarse de que no te esfuerces demasiado.
Kamila miró alrededor de la habitación como un animal atrapado, buscando consuelo, consejo o una salida.
—Deja de buscar una salida —Elina se encogió de hombros—. En mi experiencia, hay solo dos tipos de padres primerizos. Aquellos que son sobreprotectores, dominantes y te seguirán hasta el punto en que desearás matarlos mientras duermen.
—Luego, están aquellos a los que no les importa tu condición y te tratan como si no estuviera pasando nada. ¿Cuál prefieres?
Selia, Rena, e incluso Salaark asintieron, haciendo que Kamila suspirara profundamente.