—Cualquier decisión que tome será apresurada y no traerá nada bueno. En lugar de tratar de predecir lo que podría hacer, intenta ponerte en su lugar. ¿Cómo te sentirías si se invirtieran sus roles? —Preguntó Solus.
—Aterrorizado hasta la médula, temiendo por el bebé, pero sobre todo, traicionado —Respondió Lith—. De alguna manera, la idea de que hay otros mundos poblados ahí fuera sería insignificante en comparación con descubrir mis reencarnaciones.
—Los otros alienígenas están a miles de años luz de distancia mientras yo estoy justo aquí. Además, Kami acaba de descubrir que se casó con una persona diferente a la que conocía. Acabo de traicionar su confianza y dar vuelta su mundo en un solo golpe.
—En su lugar, tendría un colapso nervioso y una crisis existencial al mismo tiempo.
—Exactamente mi punto. No hay nada que puedas decir que no empeore las cosas. Solo dale tiempo para -— El estómago de Solus gruñó, interrumpiéndola.