Kamila no podía dar sentido a las visiones. Se suponía que la muerte debía ser el final de la vida y de una historia por igual. ¿Cómo podía un hombre que había vivido a millones de años luz de distancia estar relacionado con el que ella llamaba esposo?
La respuesta llegó cuando presenció el alma de Derek entrando en otro cuerpo, esta vez aún más extraño que el anterior. El dolor, el aislamiento y la locura eran los mismos, pero al menos no duraron mucho.
Esta vez, no hubo misericordia en su muerte, haciendo que Kamila gorgotee y escupa su saliva en un intento de limpiar la sangre que en la memoria compartida estaba llenando sus pulmones.
Cuando abrió los ojos nuevamente, reconoció de inmediato a Nana. Solo había visto al viejo mago en hologramas y Recordadores cuando Lith había compartido con Kamila sobre su pasado, pero ella conocía a Nana como si realmente se hubieran encontrado.
