—El miedo es como toda buena medicina. Demasiado se vuelve veneno. —Tyris estaba hablando con Aran y Leria, pero todos sentían como si les estuviera hablando a ellos.
El grupo dio un largo paseo, disfrutando de la luz y el calor del Guardián. Raaz llevó a Elina hacia los campos cultivados, recordando con ella el arduo trabajo detrás de cada cosecha abundante y la alegría de ver sus propiedades expandirse a lo largo de los años.
Filia y Frey arrastraron a Tyris cerca del bosque, donde habían visto por última vez a sus leales corceles. Se tomaron su tiempo para llorarlos y agradecerles por su sacrificio.
—¿Este es el lugar de descanso de Volgun y Brionac? —Frey preguntó a Lith entre sollozos.
—No, los enterré en el bosque después de devolverlos a sus familias. —Él respondió.
—¿Puedes mostrarnos dónde? Nunca tuvimos la oportunidad de despedirnos. —Filia dijo, sintiéndose terrible por haber esperado tanto tiempo.