—No te preocupes, podemos hacerlo por nuestra cuenta. —Dijo Tista— ¿Solus?
—Ya he vuelto a mi plena fuerza. —El anillo de piedra cambió de manos y los Ojos se dividieron en dos Monóculos.
—¿Estás seguro de que no necesitas ayuda? Mis Gólems son demasiado grandes, pero todavía puedo enviar a Locrias y Varegrave contigo. Son los más fuertes de mis Demonios. —preguntó Lith.
—No es necesario. Además, si les das suficiente poder para ser más fuertes que yo o equipo poderoso, se harán visibles a distancia por cualquiera con Visión de Vida. —Tista comprobó el pasillo y salió de la habitación, buscando la última pieza del rompecabezas.
Rastreó a una secretaria y le pegó un puñetazo por detrás. Luego, Tista ató y amordazó a la funcionaria inconsciente antes de meterla en el armario con Lith.